El secretario del Consejo Social de la Universidad de Valladolid, Pedro Valerio, participó el pasado 2 de febrero en un Encuentro Técnico de secretarios de Consejos Sociales organizado por la Conferencia de Consejos Sociales con el objetivo de analizar la situación de la rendición de cuentas en las instituciones de Educación Superior.
En el encuentro, celebrado en el rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid, Miguel Ángel Acosta, secretario general de la Conferencia de Consejos Sociales (CCS) y secretario del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, expuso los fundamentos de la rendición de cuentas y la situación actual en la Educación Superior.
Acosta inició su presentación haciendo un repaso al origen y definición del concepto de “rendición de cuentas” -término poco utilizado en España hasta principios del siglo XXI- y cómo este ha ido evolucionando con el paso de los años.
También explicó cómo la exigencia de la sociedad de rendir cuentas “sobre todo se ha acentuado con la última crisis”, lo que, en sus
propias palabras, “debe hacernos reflexionar”.
Además hizo hincapié en la desconfianza creciente que la ciudadanía tiene hacia los gestores públicos, algo que debe combatirse reduciendo el distanciamiento entre estos gestores y la sociedad, proporcionando una mayor eficiencia y aumentando la transparencia en la gestión y toma de decisiones.
Tras comentar los aspectos generales del término, Miguel Ángel Acosta abordó la situación en el ámbito de la Educación Superior -independientemente de que su financiación provenga de fondos públicos o privados- y manifestó que, ya que presta un servicio público, no debe ser ajena a esta exigencia.
Tras diversas intervenciones, los asistentes coindidieron en la necesidad de analizar, investigar y evaluar dentro de la Universidad. Además, señalaron la importancia de trasladar, desde los Consejos Sociales al ámbito universitario, lo fundamental que resulta rendir cuentas de manera clara y sencilla, saliéndose del lenguaje técnico, para así llegar a toda la sociedad.
De este modo pusieron de manifiesto que el concepto de rendición de cuentas para las instituciones de Educación Superior consiste en “exponer,
explicar y poner a disposición de la sociedad toda la información disponible relativa a los recursos empleados y a los resultados alcanzados, analizar si se ajustan a lo esperado y demandado por la sociedad y describir las acciones correctoras puestas en marcha para corregir desviaciones”.
Por todo esto, y para un análisis más adecuado del asunto, el secretario general de la CCS propuso un total de 30 indicadores -enmarcados en
función de la perspectiva que se quiera medir- gracias a los que una universidad podría autoevaluarse sobre su nivel de rendición de cuentas,
mejorarla y propiciar una mayor transparencia de datos.
En la charla posterior los asistentes apuntaron otras posibles líneas de mejora: la inexistencia de una ley, fuera del ámbito económico, que obligue a rendir cuentas a los rectores de las universidades -algo que, en cualquier caso, debiera ser intrínseco al cargo- o conseguir que haya una comunicación fluida para que las informaciones sobre rendimiento de cuentas que llegan al Consejo Social se transmitan al resto de la sociedad sin que se rompa el ciclo informativo.